Un
primer Manifiesto fue escrito el 29 de julio
de 1962 en Génova. Greco publicó
el Manifiesto Dito dell´Arte Vivo
en italiano y lo imprimió como afiches
de propaganda y pegó por las calles
de la ciudad. Es un texto claro y directo
de lo que significa el Arte Vivo-Dito:
“El arte vivo
es la aventura de lo real. El artista
enseñará a ver no con el
cuadro sino con el dedo. Enseñará
a ver nuevamente aquello que sucede en
la calle. El arte vivo busca el objeto
pero al objeto encontrado lo deja en su
lugar, no lo transforma, no lo mejora,
no lo lleva a la galería de arte.
El arte vivo es contemplación y
comunicación directa. Quiere terminar
con la premeditación que significa
galería y muestra. Debemos meternos
en contacto directo con los elementos
vivos de nuestra realidad. Movimiento,
tiempo, gente, conservaciones, olores,
rumores, lugares y situaciones. ARTE VIVO,
movimiento DITO. Alberto Greco 24 de julio
de 1962- hora 11,30”
Un segundo manifiesto
fue escrito en Madrid en 1963, donde Greco
profundiza sus ideas sobre el rol del
artista, la obra de arte y la sacralización
del mundo del arte: “…De
esta manera se explica porque, en los
últimos años, el arte plástico
recurrió de una manera consciente
a jerarquizar el azar (…) Una obra
tiene sentido mientras se la hace como
aventura total, sin saber lo que va a
suceder. Una vez concluida, ya no importa,
se ha convertido en un cadáver."