...no
hay que olvidar lo bueno que conquistamos,
y fue ante todo y quizá lo más
importante, una atmósfera distinta,
una calidad humana total y mucho más
cálida. Acabar con los figurones
y mucho menos jugar a los figurones. Abrir
continuamente las puertas a todos los que
vienen atrás. Crear nuevos valores.
Acabar con lo solemne y lo sagrado.
Alberto Greco, Paris, 1962
Alberto Greco es señalado como
un artista inclasificable; pasó,
entró y salió de todas las
manifestaciones artísticas que se
cruzaron en su camino. Estudió actuación,
fue un poeta y un escritor contemporáneo,
un pintor, un maravilloso dibujante…
La única clasificación que
Greco quería romper era la de Arte.
En El Gran Rollo Manifiesto de Arte Vivo
dito, Greco escribe su propia cronología
del vivo-dito:
- 1954 Firmé paredes, objetos,
calles y baños de París en
compañía de la Penalva Lerchundi
- 1961 Firmo la ciudad de Buenos Aires
- 1962 Febrero expongo ratas vivas Sala
Balsac galería Krause
- 1962 Museo Arte Moderno París
me consagro y me expongo como obra de arte
- Junio 1962 Manifiesto dito (dedo)
del Arte Vivo
- 1962 Agosto – París primera
manifestación de Arte Vivo-dito dedicada
a K.W.Y. consistía en firmar viejas
y negocios de antigüedades
- 1962 firmo 32 cabezas de cordero degolladas
en el mercado Leal de París. Firmé
el mercado con un dedo en el aire
- 1963 incorporación de Objets
vivant (gente) a las telas
Aunque la ruptura
de límites entre el arte y la vida,
en Greco, no se reduce simplemente a señalar
la vida con el dedo.
En las pinturas informalistas se trataba
más de romper con la escala de valores
impuestas por el mundo del arte, que del
alejamiento de los aspectos formales en
la pintura.
En 1959, saca a la calle, cuadros que estaba
exponiendo en una galería para ver
la reacción de la gente que pasa.
En 1961, llena una esquina de Buenos Aires
con afiches publicitarios en los que se
lee: “Alberto Greco que grande sos!”
En el 63, trata de romper las barreras entre
los actores y el público en una obra
de teatro sin guion, sin actores profesionales
y bajo una improvisación total.
En Madrid organiza un viaje en metro para
que todos los que pasan vivan el instante
y terminen pintando juntos.
Dibuja siluetas de personas vecinas o trabajadores
de la calle en sus telas.
Detiene a las personas por la calle y las
encierra de un trazo en un círculo
de tiza.
Señala con carteles a las personas
de un pueblo y envuelve todo el pueblo con
un gran rollo de papel.
Escribe una novela en la que las palabras
son formas y las formas son un collage de
relatos populares, que toman un sentido
extremo, en cada página con las historias
de amor tormentosas que Greco va viviendo
con el pasar de los días.
Es que para Greco, nunca se trató
de otra cosa que de llevar vida al mundo
del arte, así, como también
señalar el arte en el dominio mismo
de la vida.
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